Chela y el Colibrí

Este hombre del casino provinciano que vio a Carancha recibir un día, tiene mustia la tez, el pelo cano, ojos velados por melancolía; bajo el bigote gris, labios de hastío, y una triste expresión, que no es tristeza, sino algo más y menos: el vacío del mundo en la oquedad de su cabeza. Aún luce de corinto terciopelo chaqueta y pantalón abotinado, y un cordobés color de caramelo, pulido y...

« Hay que beberse la vida, embriagarse de ella. He venido a conquistar la materia con el bien supremo. He venido a ser aprendiz y luego convertirme en todo un experto en diferenciar lo esencial de la existencia de ilusiones y quimeras. He venido a encumbrarme en mi destino como maravilloso heredero, pues provengo de un padre dueño de cielos y...